4 motivos de peso para ir a Galicia en verano

Si estás leyendo esto es porque andas planificando dónde poner tu cuerpo serrano en vacaciones y viajar a Galicia en verano te ronda la cabeza.

Y es que ya lo tenemos encima de nuevo… vuelta a los calores, a los atascos en las carreteras y a las piscinas abarrotadas como si regalasen algo.

Otra vez pensando dónde pasaremos las vacaciones, especialmente en esta era en la que estamos todos ansiosos por salir y estar al aire libre, que de encierros y prohibiciones ya hemos tenido bastante.

Qué ganas de volver a esa sensación del aire en la cara en la naturaleza y sus espacios grandes, sin nada que te corte los movimientos como si fueras un hámster en una rueda.

Cómo apetece relajarse, olvidar el reloj y dejarse llevar.

Pues como expertos en Galicia, que para eso es nuestra tierra, te garantizamos que esa desconexión la consigues en cuanto pones un pie en ella.

Y para que te acabes de decidir, te vamos a contar cuáles son para nosotros las principales razones por las que ir a Galicia en verano es un acierto seguro.

 

Los 4 motivos por los que viajar a Galicia en verano es una gran decisión

Galicia es como un pequeño continente porque tiene de todo: playas paradisíacas, parques naturales y pueblitos con encanto.

Esto hace que explorar tierras gallegas siempre sea buena idea. Sin embargo, el verano tiene un plus que te vamos a contar a la de ya.

Vamos con las cuatro razones por las que viajar a Galicia en verano es una experiencia que deberías tener al menos una vez en la vida, va.

 

#1 Temperatura de escándalo

¿Hasta el gorro del aire acondicionado?

Pues vente a Galicia que aquí el termómetro baja que da gusto, sobre todo por las noches.

El verano gallego es tener el placer de dormir bajo una sábana y descansar como un bebé, especialmente en la montaña, donde te olvidarás de no dormir por el calor.

Pero no te confíes.

Ten en cuenta que incluso en los territorios de interior, si hace sol, por el día la temperatura puede apretar; nada que no cure un buen chapuzón en uno de sus ríos de aguas cristalinas.

Ese baño que te revive en mitad de la jornada no tiene precio.

Si te inclinas más por la costa, el contraste de temperatura entre el día y la noche es más leve gracias a la proximidad del Atlántico. Así que durante el día tendrás temperaturas suaves, y por la noche fresquete.

En cualquier caso, si viajas a Galicia en verano, despídete del calor abrasador del sur.

 

#2 Las estrellas

Hablando de la diferencia entre el día y la noche… tienes que saber que las estrellas en Galicia se ven mucho.
Y desde cualquiera de sus parajes naturales, todavía más.

En una salida de senderismo nocturno puedes disfrutar de la sensación de que un manto de miles de estrellas te habla al oído. Palabra.

Por ejemplo en nuestra ruta de noche a Trevinca, primer destino Starlight certificado de Galicia, estás en uno de los mejores sitios para la observación del firmamento porque se encuentra muy apartado de poblaciones grandes. En este punto, toda la luz de las estrellas es para ti.

Al alejarte de las ciudades, ves claramente la vía láctea y los anillos de Júpiter, tu sentido de la orientación se pone a trabajar instintivamente y la luna parece mirarte a los ojos.

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#3 Naturaleza salvaje

Con seis parques naturales declarados, imaginarás que lo de Galicia no es del montón.

Sus prados, picos y bosques te dan mil opciones para desconectar de las prisas del día a día sin necesidad de ir a sitios masificados, incluso en pleno agosto.

La posibilidad de vivir experiencias casi en soledad en temporada alta es sin duda un motivo de peso para viajar a Galicia en verano, cuando las condiciones climatológicas te permiten disfrutar del entorno de manera más cómoda y sin cientos de personas haciendo lo mismo que tú.

Si buscas ese sentirte único y reconectar contigo, esta comunidad autónoma te ofrece escapadas a parajes alternativos como O Courel, declarado Geoparque Mundial por la UNESCO, donde te recargas de energía para lo que queda de año.

Es la típica zona que conserva su encanto intacto porque se sale de las rutas turísticas más conocidas, como nos gusta a nosotros.

Aquí puedes bañarte en un río solitario de aguas cristalinas, sumergirte en un bosque que parece encantado y hacer paradas técnicas para chuparte los dedos con sus delicias gastronómicas a precios increíbles.

No, no es un sueño, es viajar a Galicia en verano… Si sabes dónde ir, claro 😉

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#4 Sus atardeceres

Dejamos para el final de nuestra lista de razones por las que viajar a Galicia en verano una que causa furor entre los viajeros.

Y es que, si los cielos nocturnos de verano en Galicia tienen miga, sus atardeceres ya son lo más; su situación geográfica muy al oeste hace que haya más horas de luz que en el resto de la península.

Esto, unido a su litoral asomado al océano Atlántico, dan como resultado atardeceres laaaaargos. De esos en los que todo un degradado de tonalidades va cambiando hasta que se esconde el sol en el infinito horizonte.

Y si te subes a un faro (otro grandísimo atractivo de Galicia) o a un monte desde el que puedas seguir al astro rey más rato, la experiencia mejora a nivel veneración; admirar la maravilla natural que tienes ante tus ojos te hará conocer lo que significa desconectar de verdad.

¿El mejor atardecer de Galicia?

Pues recomendarte uno solo sería un crimen; hay infinidad de ellos y obviar alguno nos parecería una traición.
Pero como no te queremos dejar con la miel en los labios, aquí van tres que son brutales.

Desde tierra, en el Parque del monte de San Pedro, en A Coruña, se puede ver una puesta de sol a 142 metros de altura que quita el hipo y desde el Cabo Fisterra llegas a tener la sensación de que de verdad estás en el fin del mundo.

Sin embargo, hay otros más alternativos e igual de increíbles. En el Castro de Baroña, en Cabo Home o en Cabo Vilán (foto de abajo), seguramente no haya mucha gente y lo tendrás todo para ti.

Y desde el mar, ver caer el sol a bordo de un velero tomando una cervecita y en buena compañía como en nuestro velero por as Rías Baixas te reconcilia con el mundo.

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Ir a Galicia en verano de manera diferente

Como sabes, a nosotros no nos van los viajes estándar: lo nuestro es organizar experiencias que se salgan del carril.

Acompañarte a lugares a los que la mayoría de la humanidad no suele ir para que recuperes la conexión contigo mismo y te acerques a la naturaleza de manera respetuosa y consciente.

Por eso Galicia es uno de nuestros territorios favoritos, porque nos regala opciones a montones para que vivas aventuras como las que nosotros montamos para ti.

Esas salidas que consiguen que recuperes las emociones que te trae salir de la rutina: la satisfacción del ejercicio físico al aire libre, el relax de una charla con su copita de albariño en una aldea o la aventura de hacer barranquismo en paisajes casi salvajes.

Todo esto lo puedes hacer en invierno bien equipado, por supuesto.

Sin embargo, viajar a Galicia en verano te da la ligereza que te hace volver a casa con la sensación de que sí hay otro tipo de vacaciones que vivir, hasta en agosto.

¿Te apuntas?

Qué es el turismo slow y por qué es más necesario que nunca

Vamos a hablarte del famoso turismo slow, pero déjanos empezar por otro sitio.

Qué gozada viajar, ¿verdad?

Pensar dónde vas, planificar e imaginar los sitios que visitarás.

Hacer cosas nuevas, probar platos típicos, conocer gente y chapurrear la lengua autóctona… Aiisss (aquí va un suspiro melancólico), qué larga se hace la espera para las vacaciones.

Romper con la rutina que nos aplasta y, ¿por qué no reconocerlo?, enfrentarnos a algunos miedos que tenemos por ahí, es lo que le pedimos a viajar.

Pero claro, se puede viajar de muchas formas.

Gracias a la bendita globalización y a eso que llaman “democratización de los precios”, parece que el ser humano se ha propuesto conquistar cuantos más territorios mejor.

Cuantas más cosas veamos en menos tiempo, más contentos estamos. Bueno, algunos.

Se ha impuesto el turista de checklist que va tachando todos los objetivos que va cumpliendo. Le falta poner su bandera en cada monumento o ciudad.

Parece que el FOMO se ha apoderado de mucha gente. El Terror a perderte algo, aunque lo hayas mirado 10 minutos. Rabia cuando no te da tiempo a subir un momento en aquella plaza a tus stories o te has quedado sin batería en el móvil.

Viajes-slow-ruteart

¡Basta!

Como diría Mafalda: “Que paren el mundo que me bajo”.

Si estas son las reglas del juego, mejor quedarse en casa.

Piénsalo bien. En un viaje, lo que más recuerdas son las anécdotas. Esos instantes mágicos que te sucedieron por sorpresa, sin esperarlo, fuera del esquema.

Ese día en el que no encontrabas taxi y acabaste entre risas en la furgoneta de un repartidor caritativo volviendo a tu alojamiento bajo decenas de paquetes.

Aquel viaje en el que perdiste el avión o el tren y acabaste cenando y contándote la vida con unos desconocidos en otro idioma.

Esas son las cosas que se graban en tu mente. Son los verdaderos souvenirs, no un llavero plasticoso que dura 4 días.

Como imaginarás, no somos muy del viaje modelo “como pollo sin cabeza”.

Nosotros estamos a favor del “menos es más”.

Por eso en este post queremos hablarte de un concepto que nosotros practicamos y al que nos encantaría que te apuntaras: el turismo slow.

Así que, acomódate porque te vamos a contar:

  • Qué es eso del turismo slow.
  • Razones por las que está dentro de nuestra filosofía.
  • Por qué el turismo slow es ab-so-lu-ta-men-te necesario en el mundo de hoy.

¡Vamos que nos vamos!

 

Qué es el turismo slow

Para que estemos en línea y ubicarnos bien, te contamos un poquito qué se considera turismo slow y de dónde sale.

El concepto Slow Tourism se entiende muy bien conociendo su origen.

Érase una vez en los años 80, un italiano llamado Carlo Petrini que harto de la cultura de la comida rápida o fast food y el estilo de vida que conlleva, fundó la organización Slow Food.

¿Y qué pretendía este buen hombre creando el movimiento Slow Food?

Según sus propias palabras: “defender las tradiciones regionales, la buena alimentación y el placer gastronómico, así como un ritmo de vida lento”. En definitiva, pararle los pies al crecimiento de los restaurantes de comida rápida y combatir la vida con estrés impuesto.

Esta filosofía llevada al mundo de los viajes es lo que entendemos por Slow Tourism. Es decir: la antítesis del turismo de masas.

Es una forma de viajar que también es un estilo de vida.

Esa manera de vivir que disfruta de las cosas sin prisas y se sumerge en la cultura de los sitios a los que va. Si viajas en plan carrera de obstáculos no te da tiempo a emocionarte con nada.

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Las 3 razones por las que el turismo slow está dentro de nuestra filosofía

Tenemos todo en común con el Slow Tourism, esa es la pura verdad. La sostenibilidad es nuestra bandera y algo que compartimos con el turismo sin prisas.

Esa manera de viajar en la que llegamos a los sitios para ser uno más, para que la máxima huella que dejemos sea el recuerdo de nuestra sonrisa y amabilidad con los locales.

El turismo slow lleva en su esencia el ser considerado con el planeta. Y nuestra filosofía también.

Mira todo por lo que hacemos frente común:

 

#1 Contribuir a la economía local

Esto va de comprar en los comercios de los sitios que visitamos y de consumir productos típicos de la zona.

De esta manera hacemos que los lugareños se ganen la vida y que no desaparezcan las maneras tradicionales de cultivo y comercialización.

Saborear una fruta que se cultiva en un pueblo y va del árbol a la mesa es algo de otro nivel. Para el paladar y para la economía de los agricultores.

Esto es algo que promulga el turismo sin prisas y que nosotros adoramos: saborear platos típicos de los sitios a los que vamos.

Y de paso ahorramos las emisiones del transporte que trae las cosas desde lejos 😉

 

#2 Preservar el medioambiente

Hay un montón de cosas que hacemos sin darnos cuenta cuando viajamos que maltratan a nuestro planeta.

Hemos ido entrando en un rollo de que en vacaciones todo vale que está teniendo unas consecuencias catastróficas en el medioambiente.

Y es que lavar tus toallas todos los días no parece un gran gasto de agua. ¡Pero no son solo las tuyas!

Otra cosa que compartimos con el turismo slow: ser conscientes de nuestro impacto en la naturaleza y sus recursos.

Viajemos conectando con los lugares a los que vamos. Participar en proyectos medioambientales o utilizar medios de transporte poco o nada contaminantes nos unen a los destinos de una manera más genuina.

 

#3 El respeto por los animales y su hábitat

Los animales y su entorno también forman parte de la cultura del viajero slow y de la nuestra, of course.

El desarrollo de un modelo turístico que no tiene en cuenta el descanso y preservación de las especies, que usa a los animales para su diversión o que tala árboles para construir resorts no nos entra en la cabeza.

Turismo-slow

Igual que nos integramos con las personas que viven en los lugares turísticos a los que viajamos, hacemos lo mismo con los animales. Disfrutamos de ellos con cariño y de manera respetuosa.

Pero oye, tampoco se trata de renunciar a todo. Acariciar un perro que nos olisquea en una aldea o ver a un caballo en su hábitat mola. Pero siempre a su manera.

 

Por qué es tan necesario el turismo slow actualmente

Si tuviéramos que escoger solo un motivo para responder a la pregunta ¿por qué es necesario el turismo slow en el mundo de hoy?, lo tendríamos clarinete: porque nos estamos cargando la madre Tierra.

Pero como no es el caso y podemos, queremos añadir más cosas que nos mueven a trabajar como lo hacemos.

La colonización turística de muchos de nuestros lugares singulares ha causado que pierdan su esencia, esa que nos gusta ver cuando vamos. Por no hablar del deterioro de los monumentos y patrimonio cultural en general.
Terminamos con un motivo más íntimo para que le des al coco.

¿Te has planteado alguna vez que en un viaje repleto de hitos que cumplir sí o sí no hay espacio para la improvisación?

Viajar es inmersión, abrir la mente, renovar energías y desconectar con el frenético ritmo del día a día.
Un viaje son unas vacaciones, ¿por qué imponernos ese ritmo agotador?

Dale una vuelta a lo que te decimos, ojalá te subas con nosotros al carro del turismo slow y sostenible.

Descubre las Rías Baixas como nunca imaginaste

Para encontrar rincones espectaculares no hace falta irse muy lejos, los tenemos muy, muy cerquita, porque España es uno de los países que cuenta con más maravillas naturales. Descubre las Rías Baixas como nunca imaginaste.

Vamos allá.

Galicia es una de las Comunidades Autónomas más sorprendentes, es por ello que es el lugar que elegimos para mostrarlo de una forma alternativa, que además es lo que nos gusta desde Ruteart.

 

Fuera de lo convencional

Existen muchísimas maneras de viajar. Mediante una agencia de viajes o por libre, con guía turístico o sin él, con coche, avión, barco o autocaravana… Las opciones son infinitas y cada familia y grupo de amig@s puede elegir la que más se ajuste a ellos.

Nosotros creamos una nueva forma de viajar que piensa en nuestros viajeros como aventureros en búsqueda de una experiencia totalmente única.

En Ruteart desarrollamos una aventura diferente de cada viaje y ruta, para que, quien se anime a emprenderla con nosotros, descubra magníficos e impresionantes parajes de una manera completamente alternativa. Porque no somos una agencia de viajes convencional, no.

 

Descubre Rías Baixas

 

Enfocamos nuestras aventuras fuera de lo convencional, llegando a rincones donde otros no llegan, escapando de la masificación y de una manera realmente responsable con las personas y nuestro planeta.

Buscamos destinos y experiencias únicas, dándole muchísima importancia al acercamiento local y al uso de alternativas no contaminantes. Viajamos en grupos reducidos para darle la oportunidad a cada uno de nuestros aventureros de disfrutar de una manera única de todo lo que está a punto de descubrir.

 

Ruta por as Rías Baixas en Velero en julio

Si quieres vivir una experiencia diferente, te animamos a que lo hagas de nuestra mano con uno de nuestros itinerarios más esperados: una ruta por las bellas Rías Baixas en Velero, que vamos a realizar del 27 al 31 de julio, y donde descubrirás calas inexploradas, desconocidas por muchísimos y disfrutadas por muy pocos, ya que son inaccesibles por tierra.

Hay algo muy importante, en Ruteart nos apartamos de los grandes cruceros. Queremos diferenciarnos y alejarnos del turismo en masa, que suele ser muy contaminante. Para descubrir las Rías Baixas lo haremos en velero, ya que no solo es mucho más sostenible, sino que además nos encanta porque:

• Nos permite disfrutar de impresionantes vistas de una forma más natural
• Nos proporciona una sensación de mayor libertad
• Nos ofrece mucha comodidad y relajación
• Y, por supuesto, nos permite acceder a rincones del mundo que, con un gran barco, sería imposible.

Viaje Rías Baixas

Si te apasiona el mar y quieres conocer las mejores playas del mundo, si quieres disfrutar de actividades acuáticas, visitar las Islas Cíes o conocer de primera mano el trabajo de las mariscadoras de la Ría de Arousa, ofrecemos algo que muy pocas agencias consiguen:

• La oportunidad de conocer parajes únicos
• La posibilidad de conocer nuevos amigos/as con los que compartir intereses
• La opción de realizar actividades de aventura

Viaje Rías Baixas

Y todo de mano de un coordinador experto en su conocimiento acerca del lugar de destino que quiere que disfrutes al máximo de la experiencia.

Por lo tanto, si estás aquí es porque te interesa conocer las Rías Baixas, así que esperamos que te animes a hacerlo con nosotros. Si quieres saber mucho más sobre esta increíble aventura que estamos montando y a la que estamos a puntito de embarcarnos, entra aquí y encontrarás toda la información que necesitas.

Además, actualmente tenemos un promoción con un descuento de 100 euros!!!!

No dejes pasar la oportunidad de pasar unos días increíbles con otros amantes de la aventura como tú.

Escríbenos en el recuadro de la derecha o llámanos al 644 98 38 28.

¡Te esperamos!

¿Has viajado en grupo alguna vez? Aquí tienes 5 razones para hacerlo

Pasar las vacaciones con tus amig@s lejos de casa se está convirtiendo en algo como lo de la famosa saga de películas de Tom Cruise: Misión Imposible.

Entre el que tiene pareja de esa de la que no se despega ni comparte con nadie por si se gasta y el que tiene un calendario vacacional que no cuadra con nadie, juntarse para ir de viaje está en nivel fantasía.

Tranquilidad, amig@ viajer@, que aquí estamos nosotros para decirte que no todo está perdido.

Viajar en grupo con gente nueva es la solución.

Si no lo has hecho todavía, seguro que se te ha pasado por la cabeza.

Y posiblemente ese pensamiento ha estado seguido de preguntas rollo:

¿Y si me enrolo en una salida en un grupo y está lleno de personal de ese que ha tomado esto por un “tinderviaje”?, ¿y si son todos unos frikis?, ¿y si me toca compartir habitación con alguien que va al baño más que un señor de 100 años?

Eso es lo que nosotros llamamos “un miedo a salir de la zona de confort que te cag…”

Miedos tenemos todos, my friend.

¿Has pensado que alejarte de casa es una buena oportunidad para plantar cara a esas cosas de las que te escabulles? Ahí lo dejamos…

Y te diremos otra cosa que sabemos de buena tinta porque lo vemos cada día en nuestro trabajo: hay muchas personas como tú.

Gente maja que por lo que sea no quiere viajar sola o con un solo amigo o amiga.

Así que este post es para ti, para contarte por qué tendrías que viajar en un grupo con gente nueva alguna vez.

 

5 razones por las que viajar en grupo es una gran idea

Venga, que vamos con el listado. Toma nota:

 

#1 Conoces gente

Si nos preguntaran por la definición de viajar, lo primero que nos saldría es ir a conocer sitios nuevos.

Pero luego te pones a pensarlo mejor y esa explicación se queda corta. Qué digo corta, ¡cortísima!

Porque lo que consigue que un viaje se te quede grabado en la mente para siempre jamás es lo que te sucede en él y con quién. Las experiencias vividas y las personas que se cruzan en tu camino.

Cuando te sumas a un grupo ya te vas de casa con eso en la maleta.

 

Viajar-en-grupo

Si contratas una agencia que organice salidas conjuntas comme il faut, reúnen a gente como tú. Personas para las que viajar es su pasión y que tienen intereses similares a los tuyos.

Elige bien quién organiza tu escapada y no tendrás ningún problema.

En Ruteart, por ejemplo, lo que hacemos es formar un grupo de Whatsapp en el que están las personas que vienen a cada destino. De esta manera, el coordinador o coordinadora rompe el hielo enviando información de dónde vamos y los viajer@s empiezan a interactuar antes de viajar.

 

#2 Te conoces mejor a ti mismo

Ay madre, el yuyu que da esto.

Enfrentarse a uno mismo es lo típico de lo que huimos como de la peste. Y no te digo ya en esta época de Covid en la que todos estamos como unas maracas.

Cualquier actividad es buena con tal de dejar el cerebro en piloto automático. Siempre hay una videollamada o un directo que no te puedes perder.

Pues el mejor antídoto lo tienes frente a ti.

Un viaje en grupo no paquetizado, con tiempo para integrarte en el destino y con personas que están en tu misma situación te cambia la perspectiva de las cosas.

Date permiso para hacer y aprender cosas nuevas que nunca imaginaste, rompe con la rutina y supera tus miedos.

Lejos de casa sabes cómo eres realmente. Aquí no hay barreras, prejuicios ni otros rollos. Eres tú en estado puro.

Aprovecha para abrirte a los demás. Viajando en grupo la relación con las personas que te acompañan es un reto contigo mismo.

Aunque te advertimos desde ya que a esos desconocidos del primer día te los llevarías a tu casa para siempre al acabar el viaje, palabra.

 

#3 Es más divertido

Salir con gente siempre es más entretenido. Las risas compartidas generan una complicidad gigante. Son una vivencia que va directa a la patata.

En un viaje en un grupo moderadamente reducido, como de 10 personas, puedes adentrarte en lugares de los destinos que están off the beaten track, que dirían los ingleses. Lo que viene siendo sitios por donde no suelen ir los turistas.

En lugares remotos para nosotros la creatividad y las situaciones divertidas siempre llegan y reírse juntos de ello es de lo mejor de un viaje.

¿O es que te imaginas haciendo el tonto en soledad?

Viajar-en-grupo

Además, siempre está en los grupos la típica persona que no sabe lo que es la vergüenza. Se pone a chapurrear el idioma con los locales sin tener ni idea o a comerse lo primero que se le pone a tiro con tal de probar.

Esas situaciones que le dan vidilla a una escapada y que en grupo se agrandan.

Por no hablar de las conversaciones de colegueo post-viaje. Esas sesiones de anécdotas y fotos que nadie entiende salvo los que viajaron contigo. Te ríes casi más que cuando sucedieron.

 

#4 Es más seguro

Si las risas en grupo son más y mejores, los problemas en grupo se viven muy diferente también.

Cuando imaginas un destino, todo fluye en tu mente (esperamos que no seas un agonías que ya sale de casa con todo tipo de desgracias en la cabeza).

Pero, pero, pero… en un viaje pueden suceder mil cosas que en compañía son otra cosa.

Por ejemplo, esa picadura de un tipo de mosquito que no habías oído jamás y que te pone el brazo como un chorizo de Cantimpalos.

No pasa nada. Siempre hay alguien que habla el idioma del sitio y sabe cómo manejarse en un servicio de urgencias sea donde sea.

Ese día en el que olvidaste traer crema protectora para el sol y te estás poniendo de un rojo cangrejil tremendo y… ¡Zas! Ahí está esa persona que es como una farmacia andante y lleva de todo.

Que un carterista te ha echado el ojo; ahí están tus compis para controlarle.

Y no todo son desastres físicos, no. Llega el momento en el que te da un bajón existencial de marca mayor y necesitas hablar con alguien. Pues no te preocupes, que ahí está tu tribu viajera para escucharte y animarte.

Para todo esto y mucho más también está tu coordinador al pie del cañón, no lo olvides.

 

#5 Es más sostenible

Llegamos al quinto motivo por el que tendrías que probar el viajar en grupo alguna vez si no lo has hecho ya.

Es verdad que hay empresas que organizan salidas multitudinarias, incluso cruceros enteros de personas que viajan solas o con pocos amig@s. Ese no es nuestro estilo.

Nosotros lo organizamos en grupos pequeños, de 11 personas como mucho, por dos razones: para que los participantes se integren mejor entre ellos y porque es más sostenible.

En un grupo reducido es mucho más fácil respetar y cuidar los ecosistemas que uno visita.

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Si vas con pocas personas, la interacción con los habitantes de los destinos es más probable y auténtica. No perturbas su día a día, sino que formas parte de él.

Olvídate de fundirte con los locales y sus costumbres de una manera natural si vas en un viaje organizado con varias decenas de personas.

Hasta aquí nuestro top five de motivos por los que pasar las vacaciones en grupo es una pasada.

Esperamos que te animes a probar.

No importa si vas completamente solo o sola o con una o dos amistades de tu confianza.

Quizá te dé un poco de vértigo al principio, sí. Pero si escoges bien la agencia que lo organice, viajar en grupo acaba siendo una aventura controlada de la que vuelves con amigos y amigas en el equipaje.

La cuestión es que nada te aleje de conocer sitios nuevos.

Ya sabes cómo pensamos:

Muévete, viaja y respira de manera consciente. Es parte de lo que nosotros llamamos “El nuevo arte de viajar”.